Agustín Dadamio

En octubre de 2017 la familia Marinovich, descendiente de croatas, lloró la muerte de Mateo, víctima del avance letal de un linfoma de hodgkin a los 82 años. El luto se extendió durante meses y en enero de 2018 su viuda, Olga, y uno de sus hijos, Silvio, canalizaron el duelo colocando unas placas en el panteón que tiene la familia en el cementerio de Chovet, Santa Fe, de donde son oriundos. Días después las placas fueron robadas y tiempo más tarde se desencadenó el hecho que tiene en vilo a propios y extraños: desapareció el féretro de Mateo. En el medio, una pelea familiar, una herencia en disputa y una recompensa millonaria.

La cronología ordena los hechos. La muerte de Mateo Marinovich, productor agropecuario y propietario de tierras y otros capitales, ocurrió en el décimo mes de 2017. La colocación de las placas en el primer mes de 2018. El robo de las conmemoraciones una semana después, con una particularidad: Silvio asegura que fueron las únicas placas robadas en todo el cementerio.

Ese misterioso robo y comentarios del pueblo sembraron una duda que fue germinando mes a mes en el interior de Silvio, enfrentado a su hermano menor Sergio por viejas disputas familiares. Silvio fue receptor de comentarios que le dieron a entender que además de las placas, lo que faltaba en el panteón Marinovich en el cementerio de Chovet era ni más ni menos que el cuerpo de su padre.

/Inicio Código Embebido/

/Fin Código Embebido/

“Fue pasando el tiempo, las cosas se fueron cada vez agravando más y decidí hacer una reunión con mi madre. Le dije que quería abrir el panteón donde estaba mi padre, porque había escuchado algunos comentarios de gente cercana a mi hermano que decía como que mi padre podía llegar a no estar ahí. Había que abrir la tumba. Fue un acto de nervio, le pegué un puñete a la placa, se cayó y pudimos corroborar que mi padre no estaba”, reveló Silvio a Cadena 3. La fecha del descubrimiento fue enero de este año, momento en el que radicaron la denuncia en la Fiscalía de Melincué.

La desaparición del féretro alarmó a la familia Marinovich, que encomendó el caso a un investigador privado para saber quién había sido capaz de un acto así. Y Silvio no puso sus ojos muy lejos de su círculo íntimo. “Tengo un hermano con el que hay una pelea familiar muy intensa, muy grande, que ya viene de antes de la muerte de mi padre. También hay una herencia millonaria”, deslizó, y ante la consulta del posible culpable de la profanación, apuntó contra su hermano y el intendente del pueblo.

“En un momento mi hermano, Sergio Marinovich, le prestó un dinero al intendente (Sergio Busquet) y ahí surgieron un montón de problemas. Entonces puede ser un pase de factura hacia el intendente para decir ‘yo tengo el poder’, o algo para nosotros, para seguir haciéndonos daño”, analizó el hermano mayor de la familia.

Silvio dijo que ofrecen una recompensa de 5 millones de pesos a quien pueda aportar información certera sobre el féretro de su padre. Él asegura que la recompensa es una iniciativa conjunta con la Fiscalía de Melincué. Sin embargo, el área judicial de la localidad desmintió ser partícipe de la idea, de acuerdo a fuentes consultadas por Cadena 3.

La investigación recayó en la fiscal Susana Pepino, que ya instruyó acciones para avanzar en el caso. Los investigadores tuvieron dificultades porque no hallaron material fílmico en el cementerio que aporte a la causa. A siete meses de la denuncia, el misterio se incrementa y en cada uno de los poco más de 3 mil habitantes de Chovet resuena una pregunta: ¿Dónde está el cuerpo de Mateo Marinovich?