El pasado fin de semana se trepó al podio de Netflix "Desaparecidos en la noche", una thriller italiano dirigido por Renato De Maria y protagonizada por Riccardo Scamarcio, Annabelle Wallis y Massimiliano Gallo.

El film relata en clave de suspenso la peor pesadilla de cualquier padre. Pietro, un empresario en etapa de divorcio, se lleva a sus hijos por el fin de semana, una niña y un niño  con los que pasa un día entero navegando y haciendo submarinismo. De regreso a su solitaria casa de campo , después de acostar a  los chicos , se queda a ver un partido de fútbol en la tele y , antes de irse a dormir, pasa por el cuarto de sus hijos para arroparlos. Pero ya no están.

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Aunque no se iniciaba con una jornada de navegación , sino  en un departamento porteño, la película "Séptimo" con Ricardo Darín y Belén Rueda  es la que planteó el tema en 2013, en base a un guión de Patxi Amezcua, quien también dirigió  la producción hispano argentina , producida por   K&S Films. Para los que deseen ver la histortia original pueden acudir a la plataforma Amazon Prime Video.

Aquí  Sebastián (Ricardo Darín) recoge a sus hijos, Luna y Luca, en el  departamento de Delia (Belén Rueda), su exmujer y juegan a "ver quién llega antes" abajo: los niños por las escaleras, el papá por el ascensor, un juego que a Delia no le gusta. 

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Un día Sebastián llega a la planta baja y los niños no están y tampoco los encuentra al buscarlos. Comienza a aflorar el miedo cuando recibe una llamada telefónica en la que un secuestrador pone precio para la liberación de sus hijos. Allí  descubre la fragilidad de su mundo y tiene que decidir hasta dónde está dispuesto a llegar para recuperar a los chicos.

En "Desaparecidos..."  el protagonista, Pietro, cuando busca infructuosamente a sus hijos y no puede hallarlos  recurre a la ayuda de Elena, su exesposa y psiquiatra estadounidense, con quien tiene una relación tensa.

Juntos  tratarán de dar con los niños  para descubrir que  detrás de la desaparición  hay  un laberinto de secretos, mentiras y peligros.

A medida que avanzan en la investigación, Pietro y Elena se ven obligados a confrontar su propio pasado y los demonios que los atormentan.

La película explora temas como la desesperación parental, los traumas del pasado, la fragilidad de las relaciones familiares y los límites a los que se pueden llegar cuando se busca justicia.